La parte central del evento fin de curso, estuvo marcada por la muestra de las diez colecciones finales de los alumnos de 3º de Moda, inspiradas bajo las siguientes temáticas:

Patricia Sánchez nos introdujo en el mundo de una diseñadora bastante peculiar: Iris Apfel.

Isela Menéndez-Morán, nos adentró en el mundo de lo genderless. Un mundo controlado por las pautas que nos dicta la sociedad y los roles que nos inculcan.

Leticia Queipo presentó diseños inspirados en la estética del movimiento punk de 1977. El famoso “Do It Yourself” y la customización de la ropa han sido algunas de sus fuentes de inspiración.

Clara García se inspiró en la cultura Bereber. Cultura que viene del norte de África con orígenes en el este de Egipto, y ya presente en numerosos textos griegos, romanos y fenicios.

Laura García analizó el mundo de las enfermedades mentales más graves: La sensación de angustia, los patrones de repetición, los cambios de humor o el egocentrismo son algunas de las peculiaridades que predominaban.

Cristina Figar sorprendió con una colección inspirada en una de las épocas más trágicas de nuestro país: La Guerra Civil Española. Con esta colección transmitió la rudeza de las mujeres de la época.

Paloma Fiaño nos hizo viajar hasta Gran Bretaña, presentando la moda que imperaba en el Ejército Británico durante la época victoriana. Colección inspirada en una época de esplendor y prosperidad para Inglaterra.

 Rebeca Martín nos llevó hasta Rusia, con su colección sobre “Los huevos de Faberyé y el imperialismo ruso”. Esta colección trató de reflejar la riqueza de estos regalos en los tejidos y en las piezas  bordadas artesanalmente.

Claudia Abeledo mostró la estética que utilizaban los bailarines de la compañía más famosa del mundo, el Ballet Ruso. Cada ballet era una nueva historia, un  nuevo vestuario, una nueva escenografía que nada tenía que ver con la anterior. 

David Rodríguez Iglesias nos recuerda una reminiscencia de épocas pasadas donde el luto era algo que debía cumplirse por ley. Representó el gran papel que hacían las plañideras, las manolas y las viudas.