La ovetense Lucía González Incera ex alumna de ESNE Asturias, logra el triunfo en el certamen de Jóvenes Diseñadores de Asturias, con una colección de invierno titulada «Dulce y Sutil» . Nuestra enhorabuena también desde ESNE en Asturias a las ex alumnas Macarena Álvarez Marcos, Cristina Menéndez Coto, Carmen Sobrino, Patricia Zaragoza Y Tamara Díaz por sus puestos de finalistas con sus excelentes colecciones

Lucía González Incera, a la izquierda, tras recibir su diploma de manos de Julio González Zapico y Laura Victoria

La ovetense Lucía González Incera logra el triunfo en el certamen de Jóvenes Diseñadores de Asturias, con una colección de invierno titulada «Dulce y Sutil» 

La ovetense Lucía González Incera, de 27 años, venció ayer con su colección «Dulce y sutil», en el VIII certamen al mejor joven diseñador de moda del Principado, organizado por la Asociación Diseño y Moda de Asturias (Adymo), que preside Teresa Laso. La creadora representará en febrero a la región en los Premios Nacionales a la Moda para Jóvenes Diseñadores que convoca la Asociación de Nuevos y Jóvenes Diseñadores Españoles (Ande), desde hace 26 años.

El jurado, formado entre otros por el sociólogo y periodista especializado en moda, Pedro Mansilla,; la concejala de Comercio del Ayuntamiento de Oviedo, Trinidad Ordiz; la experta en moda Inma Urrea; la diseñadora Cristina Pascual; el jefe de servicio de Promoción de Comercio y Turismo, José Luis Carús; el empresario Sito Busto; y la presidenta de Ande, Laura Victoria Valencia, valoró la sofisticada elegancia de las propuestas de la joven diseñadora.

Según explicó la propia González Incera, en ellas ha querido hacer un guiño al invierno «en clave divertida». Las propuestas, repletas de capas y vuelos, van del rosa caramelo al azul «gominola», para configurar una especie de universo «belle epoque», que Lucía González transmitió incluso en su indumentaria, ayer formada por falda y medias grises y suéter rosa con cuello bebé.

Un modelo de la colección ganadora.

Cofias y turbantes, tejidos guateados y acolchados, vuelos al estilo del mejor «Dior» de los años cincuenta y faldas tableadas, acompañadas por bolsos tipo «fin de semana» que hacían recordar a uno que tenía la muñeca Nancy de los setenta y ochenta demostraron que a pesar de su juventud, González Incera, que también ha trabajado como modelo, tiene una sólida formación aderezada con buen gusto.

El concurso supone una gran plataforma para los diseñadores que deseen dar a conocer su trabajo, señala Teresa Laso, que también formó parte del tribunal encargado de valorar a las cinco diseñadoras que se presentaron al certamen. Laso destacó la dificultad de tener que elegir entre cinco colecciones «de muy alto nivel», cada una de ellas con un estilo muy definido. Porque sobre la pasarela desfilaron desde modernas Barbarellas, como recién salidas de una nave espacial a colegialas con sombreros «pill box» y lazos de raso, damiselas con faldas de vuelo, divas con turbantes y tacones imposibles, matrioshkas rusas con acento asturiano y mujeres envueltas en particulares impermeables.

Una propuesta perteneciente a la colección de Cristina Menéndez Coto.

Macarena Álvarez Marcos, con la colección «Monstren» inspirada en la obra de H. R. Giger, quiso dar a entender con sus trabajos, la importancia que tiene en su obra la mujer y su sensualidad, mezclada con los elementos más mecánicos y modernos. Todo representado a través de elementos como cuero trabajado artesanalmente a mano, plástico y sarga. Cristina Menéndez Coto, con una colección denominada «La Nouvelle Tradition De L´Ecole», se inspiró en los uniformes escolares antiguos del primer tercio del siglo XX, tratando de reinventarlos con trenkas y abrigos grises con estampado tartán y pantalones tobilleros en versión masculina y femenina. Carmen Sobrino, en cambio, con la propuesta «From Rusia with love, Matrioshkas», quiso transmitir el concepto de esas muñecas que van una dentro de otra, a través de capas que envuelven el cuerpo de la mujer. Para ello empleó tejidos de calidad como lanas de fantasía, franelas, algodones, forros de raso, cuero y detalles de pieles. Patricia Zaragoza, con la serie de vestidos «Fragile», partió de una temática tan dura como la enfermedad de los huesos de cristal, la osteogénesis imperfecta. En sus diseños, con un claro toque experimental, intenta sacar luz de una dolencia aguda, con tejidos y texturas que simulan el cristal.

Como novedad, este año, el diseñador que venza en la edición nacional del certamen viajará a París, como exponente de la Moda Joven de España y presentará su colección en el Salón Internacional «Who’s next», para talentos emergentes de todo el mundo, dentro de la Semana Internacional de la Moda de París y el Salón Prèst a Porter, a tenor de un acuerdo entre Ande y la entidad francesa. El broche de oro al desfile lo puso la nueva colección de Tamara Díaz, ganadora del año anterior, que ha lanzado su propia marca de moda y de complementos.

Las diseñadoras con sus modelos al final del desfile